miércoles, 2 de julio de 2008

El Futbol Europeo

El fútbol europeo, inmerso en una espiral de racismo y violencia

vie 01 dic, 8:40 PM

PARÍS (AFP) - El mensaje de unidad y de tolerancia vehiculado durante el Mundial-2006 este verano en Alemania sólo es un recuerdo lejano: ataques xenófobos y erupciones de violencia han reaparecido en el fútbol de Europa.

Ni los llamamientos a la amistad entre los pueblos leídos por Daivd Beckham o Zidane ni las pancartas 'Di no al racismo' ('Say no to racism') desplegados en el círculo central antes de los partidos de la Copa del Mundo, ni las cuatro millones de euros desbloqueados por el comité de organización del Mundial parecen haber servido de algo.

Gerald Asamoah, atacante internacional alemán originario de Ghana, víctima de insultos racistas en septiembre en un partido de Copa de Alemania contra el equipo B de Hansa Rostock, ha sido protagonista de una triste constatación.

"En el extranjero, mucha gente asociaba a Alemania con la xenofobia", lanzó a principios de octubre en la revista Kicker.

"Durante el Mundial-2006, el mundo descubrió que los alemanes podían ser diferentes. Incluso en Ghana (su país de origen), la gente estaba estupefacta", añadió.

"Pero de lo que pasó en Rostock se hicieron eco las radios en Ghana y en otros países. Los gritos de mono condujeron a que algunas naciones africanas recuperen la misma imagen de Alemania que antes del Mundial. Los idiotas han logrado eso", dijo.

Pero no sólo ha pasado en Alemania. En España , el delantero internacional camerunés Samuel Eto'o fue víctima en septiembre de gritos de mono cuando abrió el marcador para el Barcelona en el terreno del Racing de Santander.

En Polonia, 'hooligans' lanzaron plátanos e insultos racistas contra los jugadores brasileños del club Pogon Szczecin, en un partido en Gdansk.

En octubre, la policía serbia detuvo a más de 150 aficionados por palabras que llamaban al odio y a la intelorancia nacionalista, racial y religiosa, en un partido de segunda división del país balcánico.

A ello se ha unido una ola de violencia y en ella también la imagen alemana tras el Mundial se ha evaporado en parte.

El presidente de la Federación Alemana de Fútbol (DFB), Theo Zwanziger, resumía la situación a finales de octubre: "la alegría que suscitó el Mundial-2006 no debe hacer perder de vista que el fútbol alemán no se ha desembarazado de la violencia".

Pero Zwanziger podría añadir que tampoco el resto de Europa ha ganado la batalla.

Francia se ha visto marcada por ella. Un aficionado del París SG murió por disparo de un policía, en el marco de una agresión antisemita (la víctima era uno de los presuntos agresores) tras el partido PSG-Hapoel Tel-Aviv en Copa de la UEFA hace una semana.

El jueves, graves incidentes se desencadenaron en Nancy por 'hooligans' holandeses del Feyenoord, club que se desplazaba a Francia en Copa de la UEFA. Sin olvidar las imágenes televisadas de un joven bombero voluntario al que la saltaron los dedos con un petardo lanzado sobre el césped en el Niza-Marsella en la Liga francesa.

En Gracia, casi cada domingo, los diarios televisados muestran imágenes de batallas entre aficionados. Esa es ahora un triste realidad del fútbol europeo.

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